Historia
«La estación termal del Luso constituye una de las mayores riquezas con que la Naturaleza ha dotado a nuestro país».
De la autoría de Coronel J. Corrêa dos Santos, estas palabras abren la introducción que escribió en un libro editado por altura de la inauguración del Grande Hotel de Luso en 1940.
En 1937, se propuso en la Asamblea General Extraordinaria la construcción de un hotel y de una piscina «(…) en estos dos últimos años, ha merecido el mayor cuidado al Consejo de Administración el estudio de la construcción de un hotel para el engrandecimiento de nuestras Termas de Luso».
El proyecto del entonces llamado Grande Hotel de las Termas de Luso es de la autoría de Cassiano Viriato Branco (1897- 1970) que es considerado por muchos la personalidad más poderosa e inventiva del modernismo pero también versátil entre el lenguaje moderno y el estilo tradicional del cual es un buen ejemplo Portugal dos Pequenitos (Coimbra) que comparte con el hotel el genio del arquitecto, y la visión y el espíritu empresarial de Bissaya Barreto.
Inaugurado el 27 de julio de 1940, el proyecto del hotel nace en el momento en que el Profesor Fernando Bissaya Barreto (1886-1974) era el Presidente del Consejo de Administración de la Sociedad del Agua de Luso, a la que estuvo ligado durante más de cuarenta años.
A lo largo de los más de 70 años de historia, el hotel ha sabido acompañar las nuevas tendencias y exigencias de los clientes y es oportuno registrar, en especial, algunos momentos más impactantes de la larga vida del hotel.
La construcción del hotel, la concreción del proyecto del auditorio, salas de conferencias, piscina interior y túnel de acceso a las Termas de Luso, la reclasificación del hotel para 4 estrellas y, en el presente, la ejecución del proyecto de remodelación, de la autoría del Atelier Reimão Pinto, recientemente concluido.
Esta última renovación tuvo como punto de partida la creación de una nueva imagen para el Grande Hotel de Luso respetando la identidad y el espacio arquitectónico original del edificio. Potenciando los elementos modernistas, utilizando apuntes Art Déco y valorizando la singularidad de su arquitectura, creándose una nueva alma para este emblemático hotel.